miércoles, 30 de abril de 2008

Un poco de Historia

Literatos y periodistas

Existen algunos grandes escritores que se formaron en las redacciones de los periódicos, e incluso alternaron con sus obras trabajos periodísticos. En su estilo suele poder rastrearse el oficio de buen redactor, basándose en una forma de contar las cosas sencilla y ágil, con frases cortas y muchos verbos (que implican acción).

Dos de los autores literatos y a la vez periodistas más famosos son Gabriel García Márquez y Ernest Hemingway. Ambos son Premio Nobel de Literatura. y Gabriel García Márquez saltó a la fama con Relato de un náufrago, que no es ficción sino una historia verídica que el autor redactó para su periódico, “El Espectador” de Bogotá, después de haber entrevistado a un marinero que pasó diez días en una balsa hasta que fue recogido moribundo en la playa. Fue el inventor del llamado “realismo mágico” y su obra maestra es Cien años de soledad. Sigue en activo y su último libro ha sido publicado en 2004.

Hemingway empezó a trabajar como reportero del “Kansas City Star”, pero a los pocos meses se alistó como voluntario durante la I Guerra Mundial. Después de la guerra fuerresponsal del “Toronto Star” hasta que se marchó a vivir a París, donde comenzó a escribir obras literarias. También trabajó en España, durante la Guerra Civil, como corresponsal de guerra, cargo que también desempeñó en la II Guerra Mundial. Su primer relato, el archiconocido El viejo y el mar, fue publicado por la revista “Life”. Todas sus obras tienen un tinte periodístico no sólo por el estilo nítido y conciso, sino también porque cuentan cosas de primera mano: como la I Guerra Mundial en Adiós a las armas o la Guerra Civil Española en Por quién doblan las campanas

1 comentario:

Fátima A. Murillo dijo...

Me parece que para ser un literato se necesita de de técnicas periodísticas, mas no así cuando se es periodista se necesita ser literato, con leer basta y sobra.

De Hemingway no sé mucho, pero de Gabo me he leido todos los libros... si bien él empezó como periodísta, en su obra "Vivir para contarlo" aclara que su vocación de escritor la tuvo desde muy pequeño. Con esto quiero decir que son pocos los que han logado pasar de periodistas a escritores.

Sólo el buen periodista logra hacer buenos reportajes, buenas historias y buenos descenlaces.